Trabajo en un liceo nocturno donde doy clases a adultos que por alguna razón no pudieron continuar sus estudios en el momento que les correspondía. Es un lugar en el cual le brindamos a personas mayores de diversa edad la oportunidad de tener un nuevo futuro. Allí conocí a Hans un muchacho de unos 25 años de edad, alto (más o menos 1,90 mts), corpulento, pero no obeso, piel blanca, cabello negro, de porte agradable a la vista, aunque sin ser un bombón espectacular...
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