Masaje de pies, ¡relájate y disfruta!
Los pies soportan todo nuestro peso, y están llenos de puntos de digitopuntura que pueden influir en nuestro bienestar. Un buen masaje de pies no sólo nos puede proporcionar un placer incomparable, sino muchos beneficios para la salud.
Recuerda que los pies soportan todo nuestro peso cada día y que, además, los ‘maltratamos’ teniéndolos encerrados en todo tipo de botas, con calcetines gruesos y sin dedicarles toda la atención que necesitan.
Un buen masaje de pies proporciona numerosos beneficios, no sólo a las propias extremidades, sino a todo nuestro organismo. ¡Por no hablar de lo relajante que es!
- Mejora notablemente la circulación sanguínea y nos ayuda a eliminar las toxinas
- Alivia la tensión
- Estimula el drenaje linfático
- Nos ayuda a estar más relajados y menos rígidos, así como a desconectar
- Si la persona que realiza el masaje tiene nociones de digitopuntura, puede mitigar otros dolores corporales, ayudar a conciliar el sueño o acelerar la curación física.
1. Calienta tus manos antes de acercarte a los pies; ¡a nadie le gusta sentir frío en esa zona!
2. Escoge un aceite o una crema muy untuosa para que tus dedos resbalen correctamente y no hagan fricción. Procura que los aceites sean ligeros o luego la persona que recibe el masaje no podrá calzarse correctamente.
3. Desliza las manos desde los dedos hasta el tobillo por la planta, tantas veces como desees hasta que notes que la persona está más relajada.
4. Levantando el pie con la mano, sujetándolo por el tobillo, rótalo de izquierda a derecha y al revés, un par de veces, de forma suave y lenta.
5. Presiona la planta con el pulgar hasta que lo hayas hecho en toda la superficie. Después, con el índice y el corazón presiona con movimientos circulares la zona del tobillo.
6. Toca el turno de los dedos: rota cada uno de ellos en ambos sentidos, y termina estirándolo levemente.
7. Aplicando presión con tus manos, masajea todo el pie con movimientos circulares.
8. Termina elevando el pie con la mano para finalizar el masaje de pies, con la pierna estirada, sujetando el tobillo y empujando los dedos en dirección al cuerpo.